El me confunde
Cierro los ojos y veo sus ojos y su sonrisa radiante. Con nostalgia lo recuerdo.
Su voz fue el punto de partida de todo lo que siento por él, cada palabra dicha estremeció mi cuerpo y me motivo a descubrirlo.
Después de todo siempre fue ajeno.
Desde que lo conocí quise que fuera para mí, desde a fuerza pude ver la luz que irradia desde el interior de su cuerpo. Me gustó tenerlo cerca.
Lo imagino y me sonrió, me deleitó con recordar la silueta de su rostro y el destelló de su sonrisa.
Se que no tengo su amor, también se que no fui indiferente para él, pero siempre fue claro que nunca estuvo seguro, lo conocí ajeno y siempre respete eso.
Soñé y anhele su cuerpo en mi cuerpo, cruzando nuestras manos y sintiendo lo más profundo de nuestro ser.
Después de todas su locuras, me atreví y lo bese, disfrute por minutos la delicia y la fuerza repentina con la que sus labios me tomaron.
Quería tenerlo para siempre y estaba tan ansiosa por él, que a pesar de que no era mío lo sentí mío en mi corazón, lo acepte mío y con su ausencia en mi desolada habitación lo viví mío.
Estaba dispuesta de hacer con él, lo que nunca quise hacer con ningún otro.
Es que vía en el la persona ideal para mí, lo que siempre busque y quince tener.
Fuimos grandes amigos, jamás viví una amistad tan bonita, tan mutua, tan secreta y confidencial.
No fui muy abierta en expresarle todo lo que sentía por él, lo enamorada que me encontraba de su ser.
Vi su bondad, vi su honestidad y su buena voluntad de servicio, me vi en él. En él me identifique y quise hacer equipo con el en todos los sentidos.
Lo cierto es que sin tenerlo lo amé y lo esperé, pero nunca llegó.
Que triste me sentí, mi corazón se partió en mil pedazos, con él, el karma vino a mi y sufrí exactamente lo que a otros hice sufrir.
Me sentí rechaza por las veces reiteradas en qué sus palabras evadían un encuentro, me sentí indeseada por la indiferencia de algunos momentos y me sentí usada por el valor que tiene pará él aquello que yo representó.
Tal vez esté equivocada y actúe de manera muy precipitada, tal vez sea muy exagerada y de cualquier modo lo lamento.
Pero veo con gran necesidad y por mi bienestar dejar ir su voz, su mirada, su sonrisa, su Luz, su cuerpo, esos bellos momentos y esa fuerza repentina de sus besos.
Prefiero dejar ir ese tiempo, no quiero atormentarme con tenerlo cerca sin tenerlo. Imaginado que me quiere y viendo que el nunca se atreve.
Se que duda.
Se que se siente inseguro, no se que quiere, me preguntó si él cielo está de acuerdo con este sentimiento.
Si lo busco, si me acerco, no sé que pueda pasar con mis sentimientos, no quiero perder el control.
Es que no se si el quiera estar conmigo, el nunca me dijo nada y yo lo dije todo.
El me confunde.
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